Parece que actualmente un gran sector de seres humanos, especialmente los que viven en el llamado “mundo desarrollado”, roza los límites de una “saturación racionalista”. Muchos son los que están sintiendo la tendencia a soltar la necesidad sostenida de información; se trata ésta de algo que hemos sobrealimentado, esperando con ello encontrar cierta sensación de seguridad y de control.